8/15/2007

exploración: autos cadaver.

Nombre: varios modelos, varias marcas.
Ubicación: Col. Del Parque, Delegación V. Carranza.
Autor de la exploración: Brainwashed Poet.


Existen en el Distrito Federal al menos 2, 500 autos abandonados (http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/79517.html), a esto hay que sumarle todos aquellos que están en eterna reparación, los que están en cementerios y deshuesaderos de la periferia y los que están ocultos e inservibles en bodegas o terrenos baldíos a los que no cualquiera tiene acceso. Es común, sobre todo en las zonas donde habita la clase media (Del Valle, Coyoacán, Balbuena, Roma, etc.), encontrar carcachas, alguna vez lujosas, arrumbadas, sus dueños –generalmente ancianos- no han querido deshacerse de ellas –por alguna loca razón nostálgica o senil-, por lo que las tienen varadas, oxidándose y pudriéndose en las calles. Un auto muerto es, si se analiza un poco, algo bastante simbólico: de lo que fue sólo queda un recuerdo oxidado en la calle, del esplendor, del lujo, de la presunción, quedan sólo fierros, vidrios rotos, lamina grafiteada. Estos autos son testigos silenciosos de glorias pasadas, son los des-afortunados que no cayeron en manos de un magnate o de un hip-hopero kitsh que los reviviera al más puro estilo bling bling. (Ejemplos aquí:http://www.viejosylokos.com/galeria.html o aquí http://rides.webshots.com/album/549646705HqkoWu ).

En esta ocasión, y bajo estas justificaciones, me fui de casería de carcachas; me concentré sólo en la colonia del Parque (a un lado de la Delegación Venustiano Carranza) y, para mi sorpresa encontré varios de estos titanes, el primero fue un Ford Rojo cuya placa se muestra en la imagen de acá abajo.

Así, a pocos pedalazos encontré varios monstruos más, todos con esa mirada triste y casi tímida que contrasta con sus grandes dimensiones y sus fuertes envergaduras (da clic en la imagen para verla en tamaño mayor):

Caso interesante merece el cadáver de la imagen de arriba, cuyos dueños eran una pareja de ancianos pintorescos: cuando lo vi, la ancian

a le gritaba a su esposo para que le abriera la puerta, el anciano asomó su rosada y bigotuda cabeza por una ventana del segundo piso gritando: “no te voy a abrir, hoy no…”. Hice tiempo, pedaleé por otras calles, pero regresé a los pocos minutos; el viejo abrió la puerta farfullando insultos incomprensibles tomó las bolsas de la anciana y le sonrió dejandondola entrar. No cabe duda los dueños de un auto así no podrían ser de otra forma.

...otro más:

(La serie sobre autos viejos continuará periódicamente).

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola saludos me gustaria saber si me puedes ayudar a conseguir los emblemas para un chevrolet montecarlo landau 1976 todos y los faros traseros donde viene el de freno medias y retro completo con emblemas.

Francisco
palaciosfranco83@hotmail.com